(Fotografía: Photo by Jeremy Doorten from freeimages.com)
No, no lo es. Ni acumulan todas las prestaciones sociales, ni les dan una paga solo por ser inmigrantes, ni se aprovechan de la Seguridad Social. Es más: varios estudios han demostrado que los inmigrantes aportan a los países de acogida más de lo que cuestan, ayudan a sostener sus economías y servicios sociales, y no suponen una carga para sus sistemas de salud. Pero entonces, ¿por qué existen tantos bulos sobre este tema?
Laura Sanz Cruzado
El mero hecho de ser extranjero no conlleva ninguna ventaja a la hora de acceder a una ayuda social en España. Tampoco aumenta las posibilidades de recibirla y no hay ningún tipo de prestación social que no puedan pedir también los españoles. Las rentas mínimas de inserción que, por ejemplo, existen en algunas comunidades autónomas se pueden solicitar tanto por extranjeros como por españoles.
Las ayudas se dan de acuerdo a la situación socioeconómica de la persona o familia que las pide, sin que influya la nacionalidad, y la realidad es que los inmigrantes pueden solicitar cualquier prestación social en las mismas condiciones que los españoles, siempre y cuando tengan residencia legal y cumplan con los requisitos que establece cada ayuda (art. 14 de la Ley de Extranjería).
¿Y SI ESTÁN EN SITUACIÓN IRREGULAR?
La demostración de que los extranjeros no acaparan todas las ayudas es que solo el 15,17 % de los beneficiarios de servicios sociales (dato de 2015) y el 9,7 % de los beneficiarios de prestaciones por desempleo (dato de 2017) fueron extranjeros.
Pero, ¿qué sucede con los inmigrantes en situación irregular? Si se empadronan, pueden acceder a los mismos servicios y prestaciones sociales básicas que tiene toda la población, sin importar su nacionalidad. Hablamos de cosas como la atención social primaria, la atención domiciliaria, las ayudas de urgencia social, escolarización, comedores y centros para menores de edad.
Lo que ocurre muchas veces es que, sin tener su situación legal regularizada, muchos extranjeros prefieren no empadronarse, ya que temen que, al empadronarse o pedir una ayuda, las autoridades puedan enterarse de que no están en regla y expulsarlos.
Hay que tener en cuenta que los inmigrantes en situación irregular también están contribuyendo al Estado, por ejemplo, cuando compran algo y pagan el IVA de ese producto.
REFUGIADOS
Respecto a los refugiados, cuyo asilo está garantizado por la Convención Internacional de Ginebra, España ofrece una asignación económica para cubrir sus necesidades fundamentales y favorecer su integración. Se trata de ayudas para necesidades básicas, de vivienda y vestuario que se pueden disfrutar durante seis meses prorrogables a otros seis.
Además de todo esto, no hay que olvidar que también existen organizaciones como Cruz Roja o Cáritas que ofrecen ayudas a personas en situación de vulnerabilidad, independientemente de su nacionalidad o situación administrativa.
Laura Sanz Cruzado
(Fotografía: Photo by Jeremy Doorten from freeimages.com)
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