Stein define el propio ser finito del ser humano como nulo, arrojado a cada instante a la nada, que no se sostiene por sí mismo y puede dejar de ser en cualquier momento; cuya presencia es volátil, efímera y contingente. Sin embargo, está sostenido y conservado por el Ser eterno. Escribe Edith Stein en Ser finito […]

La pobreza del ser según Edith Stein
Contenido exclusivo para usuarios registrados
Debes iniciar sesión para ver el contenido completo de este artículo.