Imagen: Francisco Javier Rivas Flores
En la tradición latina está la figura del dios Jano, el de las dos caras. Esta figura se ponía en el umbral de las puertas de manera que miraba al que entraba y salía de una estancia. Por ello es el dios de las transiciones, el dios de las novedades…
Precisamente en este momento se dan estas condiciones para tener presente a este dios. Porque una de las principales incorporaciones que se están produciendo en la medicina es la irrupción de la inteligencia artificial, entendida como una metodología de trabajo que trata de recopilar capacidad ingente de información (lo que se conoce como big data) para posteriormente mediante potentes programas informáticos tratar de obtener elementos de decisión en todos los órdenes de la vida.
Porque la ventaja de big data es que maneja un volumen muy elevado de datos, con gran complejidad por la variedad que presentan y una alta velocidad de crecimiento que la hacen inmanejable para la mayoría de los sistemas actualmente operantes.
Son estos datos los que permiten alimentar la inteligencia artificial, entendida como aquella que es llevada a cabo por máquinas, es decir, cuando conjuntando todos los datos es capaz, mediante algoritmos de decisión, llegar a la conclusión más plausible con los datos que dispone.
¿QUÉ SUPONE PARA LA MEDICINA?
Se puede entender lo que puede suponer para la medicina disponer de esta metodología que permite usar datos estructurados y no estructurados. Para la medicina que se caracteriza por la toma de decisiones, la mayoría de las veces en situaciones de incertidumbre, supone una auténtica revolución porque permite disponer de una base de datos, extraída de millones de pacientes de todo el mundo, que debe redundar en unos diagnósticos más precisos, incrementando la seguridad de la toma de decisiones, puesto que la máquina no acusa el cansancio como el ser humano.
La inteligencia artificial tiene la ventaja de analizar millones de datos en muy poco tiempo de muy diversas procedencias, lo que no siempre está disponible para la mente humana. Dicho en términos prácticos permite calcular con mayor precisión la dosis de fármaco más adecuada a las condiciones del paciente en ese momento. O tras analizar una imagen compararla con otras muchas lo puede incrementar la precisión diagnóstica en la interpretación de la misma.
¿LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, VENTAJA O AMENAZA?
En este sentido la Inteligencia Artificial puede ser una herramienta que pretende la excelencia del acto médico entendida como el diagnóstico más preciso, y a la excelencia es a lo que debe tender cualquier profesional sanitario. Lo que ha llevado a considerar que puede ser una amenaza pare los sanitarios.
Pero la excelencia instrumental ¿garantiza la excelencia profesional? Es cierto que los médicos debemos buscar el mejor diagnóstico y el mejor tratamiento para nuestros pacientes, y esta es la base del carácter beneficente de la profesión. Pero no se puede olvidar que la medicina no solo es ciencia, es también arte. Es relación interpersonal desde la contingencia que supone la enfermedad. Y a esto no puede llegar la inteligencia artificial, en esta tarea se necesita Inteligencia Emocional.
Entender que el mejor diagnóstico y el mejor tratamiento propuesto no siempre son lo mejor para este paciente concreto, es entrar en la relación directa con el paciente, es trabajar desde la empatía y entender que las decisiones del paciente pueden ir en contra de lo que dicta la inteligencia artificial. Es actuar desde la compasión, como se demostró en el pasado Congreso de Asociación de Bioética Fundamental y Clínica, la actuación sanitaria debe llevar la bandera de la compasión entendida como la tarea de cargar con el paciente, de hacernos cargo del paciente y desde aquí se puede decir que bienvenida la inteligencia emocional que nos permite mejores diagnósticos pero al mismo tiempo nos permitirá disponer de más tiempo para estar con el paciente, porque en este asunto la máquina no puede sustituir a la persona.
Francisco Javier Rivas Flores
Imagen: Francisco Javier Rivas Flores
Buenísimo el post. Saludos.
Muchas gracias Gala! Un saludo.