La Asociación Española Contra el Cáncer se ha propuesto generar un movimiento para conseguir la primera generación libre de tabaco para 2040. Para ello quieren apelar a la educación desde la infancia y la implicación de agentes sociales. ¿Será posible o el ser humano seguirá siendo el principal enemigo para sí mismo?
Del 26 al 28 de abril de este año tendrá lugar en Madrid la IX European Conference on Tobacco or Health (ECToH). Un congreso organizado por la Asociación Española Contra el Cáncer, junto al Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo y la Association of European Cancer Leagues. Un encuentro que reunirá a destacados científicos, investigadores, profesionales de la salud y responsables políticos con el objetivo de generar un movimiento social para conseguir una generación libre de tabaco en 2040. Ya que para alcanzar el 70% de supervivencia en cáncer en 2030, hay que trabajar en la prevención y eliminación de su consumo.
Adolescencia y flirteo con el tabaco
Por ello, esta edición se centrará especialmente en los jóvenes, ya que en la adolescencia se inician generalmente los primeros flirteos con el tabaco y es entre ellos donde se ha extendido el uso de cigarrillos electrónicos. Según la Encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES) el consumo de cigarrillos electrónicos entre los estudiantes de 14 a 18 años se situó en el 22,8% en el último año. Y solo un 8,5% de los que fumaban cigarrillos electrónicos manifestaron su intención de fumar menos e incluso dejarlo.
Entre los jóvenes, al igual que en buena parte de la población, se cree que los vapeadores son más sanos. Sin embargo, ni son inocuos ni ayudan a dejar de fumar, según la AECC. De hecho, en estos productos se han encontrado sustancias clasificadas como cancerígenas, en concreto en los líquidos y aerosoles que utilizan.
Una vez más, reina la desinformación y la publicidad cumple con su fino trabajo de seducción; mientras las tan verídicas como desagradables fotografías de la cajetillas de tabaco, junto a apocalípticos mensajes, no son suficiente repelente. Cosa que, como no fumadora, sigo sin entender.
El puro de la mesa de al lado
Aunque reconozco se ya he hecho un largo recorrido contra el tabaquismo y en defensa de los fumadores pasivos a su pesar… Como en una nube de humo, se disipan aquellas imágenes de clase donde el docente podían encenderse un cigarro tras otro, o de aquellas tertulias de televisión donde se desdibujaba el perfil de los participantes entre virutas de fumata. Hoy sería impensable, incluso entrar en un restaurante y comer respirando el puro de la mesa de al lado.
Fumar mata. Lo sabemos. Pero el tabaco no desaparece, tampoco su industria repleta de componentes adictivos ¿Qué mecanismos del ser humano le mueven hacia lo que le hace daño y perjudica a quienes están alrededor? ¿En una sociedad preocupada por los cuidados, podemos descuidarnos de esta manera? ¿Es lícito atentar contra la salud en defensa de la libertad?
Una generación libre de malos humos
Confío en los jóvenes y tengo esperanza en ellos. En su defensa no solo del medio ambiente sino de los derechos humanos y, por supuesto, de su cuerpo, que saben cuidar con ejercicio físico, alimentos saludables y buenas lecturas. Deseo felicitar dentro de 20 años a una generación libre de malos humos.
Gema Moreno, periodista