El libro lo escribí por los años 90 y se publicó hace 30 años en la Institución “Fernando el Católico”, de la Diputación Provincial de Zaragoza. Flor de agua poetizaba escenas del encuentro de las mujeres de los evangelios con Jesús de Nazaret. Gustó mucho al público en general y a los críticos. Me consta que se regaló a organismos y particulares y enseguida se descatalogó, nunca sabré por qué.
La primera vez
Como he escrito en el prólogo a esta segunda edición, “aún recuerdo la noche de mi cumple, con Carmen, Pedro Luis Fernández y otros amigos, entre risas y más risas en el café Praga. “Toma una flor de agua” –cubito de hielo– me dijo Pedro. Sentí que acababa de nacer”.
Algunos me tacharon de culturalista. En 1989 había sacado Historia de amor en Florencia, poemario en una novelita que narraba la relación entre Leonardo da Vinci y su musa, Mona Lisa. Escribir inspirándote en la cultura renacentista y clásica estaba de moda –véase Antonio Colinas, Guillermo Carnero o María Antonia Atencia–-. El del 94 se inspiró en unos bellos comentarios narrativos sobre los evangelios que Ana María Cortés, entonces consejera de Sanidad, Bienestar Social y Trabajo del Gobierno de Aragón. Me centré en los personajes femeninos.
“Me supiste muy sola, / a pesar de las muchas caricias de mis manos. / En silencio tus ojos me impregnaron de paz. / Desde entonces debí desgastar mis sandalias / llevando a cada puerta / un ánfora de amor”. Y, como una más de aquellas ignoradas mujeres, me enamoré de mi Maestro, o ya lo estaba. En la primera presentación, Antón Castro, Luisa Llagostera, Javier Villar, Jesús Alonso. Hablaron del Cantar de los cantares. Parece que fue ayer.
Peregrina a las fuentes
Siempre quise viajar a aquella tierra inspiradora de la primera edición del poemario, poder ver con mis ojos cómo eran las casas y los cultivos de aquella gente humilde, revivir la presencia de Jesús. Y continúa el prólogo: “Casi tres décadas después, aquella intuición a través de la lectura se materializó en el viaje que hicimos a Tierra Santa, con Ana Palacios y la Hospitalidad de Jesús de Nazaret”.
Caná, Cafarnaúm, la iglesia de las Bienaventuranzas, el Monte Tabor, Jericó, Belén, Jerusalén, Ein karem o el encuentro de María e Isabel, la piscina probática, la Vía Dolorosa y los lugares de esperanza. En el Campo de los Pastores cada uno de nosotros, Ana, Carmen, Isabel, Martina, María, Rocío, Fátima, Miguel, Alfredo, Pepe, Jesús, Mercedes, Miriam, Julia, Lola, Alberto, Maite, Nacho… volvimos a escuchar en lo más íntimo el anuncio del ángel. Y en el Mar de Galilea celebramos nuestra particular eucaristía a bordo del “King David”, con sor Feli, Hermana ciega de San Pablo, izando la bandera: “la primera persona a la que vea será cuando me muera a Dios”.
Llegamos al desierto con las sillas de ruedas y las linternas de los móviles, ya casi anochecido a las 5 de la tarde; nos bajaron, cuatro cinchas por silla, a la Anunciación y al Portal de Belén, donde tuvimos una íntima oración de grupo, subimos hasta el Gólgota y nos postramos en la iglesia del Huerto, lo recorrimos todo. “Pastores cojitrancos y ángeles de ala ciega / van siguiendo el destello de la Estrella escondida / en cada niño Dios que nace y llora y juega / en la paz de la casa y en la yesca encendida / del desierto y su noche”. Y hoy me duele hasta el alma la añoranza y la guerra, me quiebra el corazón. ¿Volveremos?
Ascesis y mística
Ya en 2017 participé en el Festival Internacional de Poesía de Madrid (FIPMAD), como ganadora del Premio “Juan Alcaide” con Pájaros de silencio, patrocinado por editorial Verbum y la Universidad de Castilla La Mancha. De entonces hasta hoy, dos novelas publicadas en esa misma editorial, El ramito de azahar y Cada otoño migran las golondrinas, que enlazarán con Pájaros en lo íntimo y rural, y un sinfín de emociones indescriptibles.
Y fue el otro día, sin ir más lejos. En otras presentaciones y actuaciones varias ya había coincidido con José Carlos Álvarez, una de las voces más bellas de doblaje de Radio Televisión Española, el cantautor cristiano y social Luis Guitarra y José Luis Gracia Mosteo, profesor, escritor y crítico literario. Contrarreforma, vuelta al misticismo, San Juan de la Cruz, Santa Teresa, Fray Luis de León o Ramón Llul, nombres y conceptos que el profesor relacionó con Flor de agua. Vía purgativa igual a sufrimiento, la iluminativa es la inspiración, mientras la unitiva… Yo me quedaba a cuadros.
“Ha vuelto a suceder en el crepúsculo. / Ribera de la umbría, / te duermo en mi regazo como a un hijo querido, / descubro de tu mano la estación de la infancia, / o, eterna enamorada de tu voz, / me dejo penetrar por tu silencio”. Simplemente, voy dejándome llevar.
María Pilar Martínez Barca, escritora
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