Ilustración: Nati Rodríguez, para Revista HUMANIZAR
Yo he comprobado que hay dos tipos de personas: los que se quejan de todo y los que se alegran o disfrutan. Los que se quejan de lo negativo, siempre están mal y encuentran lo peor de cada momento y cada situación.
Mari Patxi Ayerra
Y son auténticos, pues lo que ellos comentan existe, pero lo malo es que no ven lo positivo, sino que tienen la habilidad de resaltar siempre lo negativo, lo peor, lo más dificultoso de cada situación.
Los hay que se alegran y saben disfrutar de la vida diciendo: “Qué bien, que mañana es lunes y vuelvo a ver a mis alumnos y tengo un trabajo que me hace sentir válida y gente que me espera desde por la mañana…”, ¡Qué gusto la ducha fresca de la mañana!, o ¡Qué bien se está en la cama, con el cuerpo repanchingado en el colchón!., o ¡Qué rico está el café calentico mañanero!… o ¡Qué gusto vivir con gente que te quiere y te la encuentras en el baño, en la cocina y en toda tu vida!…
Hay personas que protestan de los atascos, del Ayuntamiento, del transporte, del tiempo, de los políticos, del calor o del frío, del aire acondicionado del autobús, de los ancianos y de los niños, o de todo lo que les rodea.
¿CUÁL ES EL MOTIVO POR EL QUE TE LEVANTAS?
Yo creo que la diferencia entre las personas felices y las tristes es en el motivo por el que se levantan, o por el que hacen las cosas. A mí me gusta levantarme para disfrutar, para ayudar, para amar a los de alrededor…
Y eso hace que, en el ascensor, en la calle, en las tiendas y en el coche, me encuentre con gente a la que atender bien, a la que sonreír y a la que regalar mi mejor atención y gesto. Y eso me llena la vida de sentido y de misión. Pues la felicidad tiene que ver con el para qué quiere uno vivir.
Dicen que solo llega el que sabe adónde va y es importante saber adónde quiero ir hoy, qué quiero hacer con mi vida y para qué la vivo.
Mari Patxi Ayerra
Ilustración: Nati Rodríguez, para Revista HUMANIZAR
Gracias Mari Patxi por esta reflexión, sobre todo en estos momentos en los que el ambiente no invita a la alegría. Por lo que es muy importante, como bien dices, saber para qué nos levantamos, lo importante que es comprender que somos para los demás, no para nosotros mismos, eso es lo que da sentido a la vida humana
Qué mensaje más bonito e importante. Y qué bien y conciso explicado.
Muchas gracias.
Muchísimas gracias Javier! Se lo transmitiremos a nuestra compañera Mari Patxi. ¡Un abrazo!